Back to School: guía paso a paso para volver a la rutina sin morir en el intento
- Jaqueline Gtz. Alcalá
- 9 sept
- 3 Min. de lectura
Seamos honestos: el Back to School después de las vacaciones no es sencillo. Venimos de días sin despertador, desayunos tardíos y cero prisas… y de repente, pum, mochilas listas, tráfico mañanero y todo el caos de la rutina escolar. Pero tranquila, no todo tiene que ser estrés. Con pequeños ajustes y trucos sencillos, puedes hacer que el regreso sea mucho más ligero tanto para ti como para los peques.

Ajustando los horarios sin drama
El secreto está en no querer hacerlo todo de golpe. En lugar de forzar que se duerman temprano el día antes, intenta que poco a poco vayan adelantando la hora de dormir y de levantarse unos días previos. Además, ayuda mucho crear un pequeño ritual nocturno: baño, cuento, dejar lista la ropa y la mochila… y así ya tienen medio camino hecho para la mañana.

Las mañanas empiezan la noche anterior
Seguro te ha pasado: despertador sonando, todo mundo corriendo y justo en ese momento alguien no encuentra su suéter. La clave está en preparar lo más posible desde la noche: uniforme a la vista, mochilas junto a la puerta y, si se puede, el lunch adelantado. Créeme, ese pequeño hábito cambia todo el tono de la mañana.
El desayuno importa (y mucho)
No hay nada que afecte más el ánimo y la concentración que salir de casa sin desayunar. Y aunque parezca imposible tener tiempo, aquí es donde Yunno se vuelve el salvavidas de la familia: lo preparas en menos de un minuto, tiene 20 gramos de proteína, fibra y sabores que realmente les gustan a los niños. Así, te aseguras de que lleguen con energía a sus primeras clases.

Calendario familiar = menos olvidos
Otra cosa que ayuda un montón es tener un calendario visible en casa. Puede ser un pizarrón, una cartulina o incluso la puerta del refri. La idea es anotar ahí todas las actividades de la semana: deportes, exámenes, juntas de trabajo, citas… Así todos saben qué esperar y reduces los clásicos “se me olvidó” de último minuto.
Un rincón para concentrarse
No necesitas un cuarto completo ni un escritorio de Pinterest. Basta con que tengas un espacio fijo, con buena luz y sin distracciones, donde los niños sepan que ahí toca hacer tarea. Una silla cómoda, materiales básicos a la mano y ¡listo! Lo importante es que ese lugar se sienta suyo y que lo asocien con “modo estudio”.

No olvides las pausas
Sí, volver a la escuela significa rutinas y disciplina, pero también tiene que haber espacio para relajarse. Incluye pausas cortas después de la escuela: un juego, salir al parque, ver una serie juntos. Eso les ayuda a soltar el estrés y regresar a la tarea con más ánimo.
Al final, lo más importante es recordar que el regreso a clases es un ajuste para todos, no solo para los niños. La clave está en ser pacientes, mantener las cosas simples y celebrar los pequeños logros (como haber llegado a tiempo tres días seguidos o no olvidar la libreta).
Y ya sabes: para las mañanas caóticas, siempre puedes confiar en un Yunno que te resuelva el desayuno rápido, sano y delicioso.








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